Gestionar la operativa diaria de tus aplicaciones, asegurar su correcto funcionamiento y solucionar las incidencias que puedan surgir es crítico para evitar problemas que impacten tu Negocio (pudiendo incluso detenerlo) y además pueden suponer cuantiosas perdidas tanto económicas como reputacionales.

Adicionalmente, otro de los retos más comunes a los que se enfrentan las empresas en esta misión es conseguir que estas aplicaciones estén adaptadas para dar respuesta al Negocio. Es Por ello que deben ser escaladas y evolucionadas de forma ágil, o de lo contrario pueden acabar convirtiéndose en un corsé del que tu Organización puede salir mal parada.

El soporte y mantenimiento de estas herramientas puede suponer un problema para los departamentos IT, que no cuentan con la capacidad de poder absorber los picos de carga generados por estas tareas y se ven obligados a incrementar los costes de su departamento al tener que contar con más recursos.

La aparición de servicios en la Nube y los nuevos tipos de experiencias de usuario ofrecen una gran oportunidad de crear aplicaciones escalables sobre las que construir soluciones de alto rendimiento, pero también suponen un reto con su personal técnico.

En un sector con tanta demanda como el IT, encontrar recursos capacitados y con experiencia para crear sus aplicaciones a la velocidad que lo demanda el mercado puede resultar muy complejo y extremadamente caro.