Modernización de aplicaciones hacia el futuro
A diferencia de lo que ocurría hace unos años, el escenario al que se enfrentan en la actualidad las Organizaciones es extremadamente complejo, y se podría resumir en 4 puntos, que forman el término VUCA:
- Volátil: La incertidumbre en el mercado laboral, el cambio en el modelo de consumo y la competencia global hacen que las Organizaciones deban estar preparadas para cambios constantes y reaccionar a ellos con rapidez.
- Impredecible (Unpredictable): La rapidez con la que ocurren los cambios hace que las Organizaciones tengan que tomar decisiones, sin poder predecir con exactitud qué va a pasar en el futuro. Esto contrasta con el hecho de que las empresas necesitan tomar decisiones basadas en predicciones precisas.
- Complejas: Dificultad para entender el contexto y por qué ocurren las cosas. La complejidad de las redes sociales, el impacto de la tecnología y el aumento de la competencia hacen que las Organizaciones deban lidiar con un entorno cada vez más complejo.
- Ambiguas: Se refiere a la falta de claridad sobre lo que está sucediendo, especialmente en lo que respecta a la competencia, el mercado y la economía en general y que pueden llevarnos a interpretaciones diversas.
Por este motivo, empresas y trabajadores tienen que adaptarse a este nuevo contexto si quieren tener una oportunidad y ser competitivos, lo que significa que deben ser más flexibles y estar preparadas para reaccionar rápidamente los cambios del Mercado a través de iniciativas como la digitalización de sus procesos y la promoción de los cambios culturales que esto supone en los equipos.
Uno de los elementos clave para estar preparados para los entornos altamente cambiantes es que las aplicaciones que dan soporte a nuestros procesos de Negocio sean capaces de adaptarse a nuestras necesidades en todo momento y, por lo tanto, evitar que queden anticuadas. De esta forma, podremos responder rápidamente a los cambios en el mercado y mantener el funcionamiento de nuestros procesos de negocio intacto y optimizado.
No disponer de un parque de aplicaciones moderno y actualizado tiene como consecuencia importantes pérdidas de productividad en los equipos de trabajo asociados al proceso, que en muchos casos deben acudir a artefactos externos (documentos Excel, etc.) en los que apoyarse.
Por resumir, hay algunos motivos por los que deberías considerar la actualización de tus aplicaciones:
- Seguridad Las aplicaciones obsoletas son más vulnerables a ataques y ciberamenazas. La actualización permite incorporar las últimas mejoras en seguridad, lo que reduce el riesgo de que se produzcan pérdidas de datos o daños en la reputación de la empresa.
- Rendimiento Las aplicaciones obsoletas son mucho menos eficientes que las modernas. La actualización permite mejorar el rendimiento de las aplicaciones, lo que aumenta la productividad de los empleados y reduce los costes operativos.
- Usabilidad Las aplicaciones obsoletas son menos intuitivas y fáciles de usar que las modernas. La actualización permite mejorar la usabilidad de las aplicaciones, lo que hace que los empleados sean más productivos y reduzca los errores.
- Funcionalidad Las aplicaciones obsoletas no ofrecen las funcionalidades que necesitan las empresas modernas. La actualización permite incorporar nuevas funcionalidades, lo que permite a las empresas adaptarse mejor a los cambios en el mercado.
- Compatibilidad Las aplicaciones obsoletas no son compatibles con los dispositivos y sistemas operativos modernos. La actualización permite mejorar la compatibilidad de las aplicaciones, lo que permite a los empleados utilizar los dispositivos y sistemas que prefieran.
- Costes Las aplicaciones obsoletas son mucho más caras de mantener que las modernas. La actualización permite reducir los costes de mantenimiento, lo que permite a las empresas maximizar el uso de sus recursos financieros.
¡Perfecto! Ha quedado la importancia de tener actualizadas nuestras aplicaciones. Para ello, nos disponemos a generar las iniciativas internas necesarias para garantizar que esto se produce y este asunto hay veces que no es un “camino de rosas”. Algunos problemas con los que nos solemos encontrar a la hora de intentar adaptar o modernizar nuestras aplicaciones son:
- Falta de conocimiento funcional. Puede parecer imposible, pero muchas veces… ¡no sabemos lo que una aplicación hace a nivel interno! Una forma de paliar este riesgo suele ser tener perfectamente documentada la aplicación a todos los niveles: requerimientos, diseño funcional y técnico, etc., pero quien ha participado en muchos proyectos de desarrollo de software sabe que el tema de la documentación suele ser un verdadero talón de Aquiles en muchos aplicativos. La documentación, o es escasa, o está desactualizada o simplemente ni existe. Esto convierte nuestras aplicaciones en verdaderas cajas negras.
- Implementado con tecnologías obsoletas. Puede ocurrir que nuestro equipo técnico ya no disponga del conocimiento en las tecnologías en las que se basa la aplicación. Esto es más común de lo que se piensa y supone un auténtico riesgo para su Negocio.
- La arquitectura de la aplicación impide escalar fácilmente. La arquitectura de la aplicación no permite su redimensionamiento. En otras ocasiones, escalar una aplicación supone invertir en una infraestructura cara y costosa de mantener.
En este punto, la irrupción de la computación en la Nube y su capacidad de ofrecernos servicios y recursos casi ilimitados según nuestras necesidades, y por el que pagaremos simplemente en función de lo que utilicemos, ha sido una auténtica revolución y ha permitido dotar a las aplicaciones empresariales de unos niveles de potencia y escalabilidad sólo visto en grandes organizaciones, con unos costes asumibles por las Pymes.
- El ciclo de gestión del cambio es demasiado lento. En algunas organizaciones, desde que aparece un nuevo requerimiento en la aplicación, hasta que se pone en producción, pueden pasar varios meses.
La adopción de metodologías ágiles (que ya es casi un estándar en la fabricación de software de muchas organizaciones) ayudan a acelerar el proceso de entrega de valor y mejoran la calidad del producto. Están basadas en el modelo de desarrollo iterativo y adaptativo, en el que se realizan varias iteraciones hasta alcanzar el objetivo final. En cada iteración, se produce una entrega de valor, que puede ser utilizada por el equipo de desarrollo para identificar y solucionar problemas.
En estos casos, es recomendable contar con un Socio tecnológico que cuente con un buen conocimiento de la tecnología y las últimas tendencias que de esta van apareciendo, además de la experiencia práctica adquirida en compañías de diferentes sectores y tamaños.
Un verdadero socio tecnológico debe ser capaz de interpretar los requisitos y necesidades del cliente y ofrecer un servicio personalizado que permita a estas empresas adquirir la mayor ventaja competitiva. En Auren Digital, nos hemos especializado en proporcionar soluciones altamente personalizadas que responden a las necesidades reales del usuario final. Nuestra capacidad de trabajar con organizaciones de todos los tamaños ha dado lugar a una gama de nuevas funcionalidades de vanguardia para ayudarle a obtener el máximo retorno de su inversión.
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